En el marco de la poderosa fuerza de la unidad de
propósitos de la sociedad civil universitaria, nuestras universidades
nacionales democráticas, han contenido la pretensión de la dictadura chavista
de liquidar el sistema universitario y su espíritu profundamente plural y
autonómico. Las comunidades universitarias lideradas por autoridades
rectorales, decanales, profesorales, estudiantiles, de egresados, todos electos libremente, así como por los
sectores profesionales, de empleados y trabajadores universitarios en su
mayoría decididamente democráticos, se encuentran hoy a la vanguardia de la
credibilidad y de la esperanza de los venezolanos de buena voluntad. Nuestro
compromiso también comprende la transformación “hacia adentro”, en lo institucional, académico y administrativo. En
nuestra UCV y desde hace un poco más de treinta meses, la Rectora, profesora
Cecilia García Arocha, ha sembrado como doctrina “la gestión, el diálogo y la
autonomía”, en calidad de garantes de procesos de actualización integral que
satisfacen sistemáticamente una primera etapa de inserción definitiva de nuestra universidad en el siglo XXI.
Dejaré a un lado el referirme al terrorismo y al
estrangulamiento presupuestario que seguimos enfrentando. La sociedad civil
venezolana nos respalda con todo amor y afecto y el cada día más consustanciado
mundo exterior denuncia con mayor frecuencia, el atropello dictatorial
reinante. Más bien optaré por ilustrar la transformación en progreso,
destacando la apasionante tarea de concretar los nuevos planes de estudios, gracias
a los aportes de profesores y estudiantes integrados pluralmente, así como el promover
egresados de pre y postgrado fortalecidos por competencias adicionales que
potencian su inserción en el mercado de trabajo. Actividades indispensables
para propiciar el debate fecundo de la universidad que queremos, que mira
lejos.
Oportuno es recalcar que nuestras universidades
democráticas siempre han respaldado la participación de todos los sectores que
las conforman. Bienvenidas otras iniciativas internas de ampliar la
participación proporcional de los sectores laborales en la elección de
autoridades. Con los estudiantes gobernamos la universidad desde 1947. A partir
de 1970 representantes profesorales y de los egresados participan, con voz y
voto, en los consejos de escuelas y de las facultades. A estos representantes
se agrega, a nivel del Consejo Universitario, el representante designado por el
ministro del sector de educación superior.
Finalmente,
una palabra solidaria y de respaldo a los parlamentarios democráticos de la
nueva Asamblea Nacional. Ya cuentan con dos proyectos de ley de educación
superior debidamente sometidos ante esa instancia parlamentaria. Uno generado
por docentes (la mayoría educadores) de cuatro de nuestras universidades con el
respaldo de 40.000 firmas. El otro proveniente del trabajo conjunto con los
valerosos diputados democráticos del recién fenecido lapso legislativo. Así
mismo, urge unir esfuerzos para alcanzar prontamente la rectificación del
aporte presupuestario a las universidades para este año fiscal de 2011. La
inmensa y creciente mayoría democrática de los venezolanos confía en que podrán
enfrentar con firmeza a los Hunos de Atila. Sigue nuestra lucha sin tregua. La
recompensa será una Venezuela libre y un mejor destino.
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