A la ministra
Córdova - EL NACIONAL - Domingo 17 de Abril de 2011
A l finalizar el primer cuatrimestre de 2011, las universidades democráticas
y autónomas y sus respectivas comunidades han entrado en una fase de extremo
déficit presupuestario que hemos catalogado en términos de "funcionamiento
vegetativo".
Una primera ilustración revela que el presupuesto real de la UCV, estructura financiera que incorpora la inflación acumulada de 126% en los últimos 3 años (ya hemos recordado anteriormente que la inflación no cesa con las 12 campanadas del 31 de diciembre de cada año), sólo ofrece un poder adquisitivo de 507 millones de bolívares fuertes de los 1,25 millardos que impunemente nos asignó el Ejecutivo para el año fiscal en curso. En estos últimos 3 años, hemos solicitado 6,7 millardos y el Gobierno sólo aprobó 3,3 millardos (50%) con un descenso en nuestro poder adquisitivo de 25%. Más aún, el gasto rígido (sueldos y salarios) alcanza para este año cerca de 88% del presupuesto asignado.
Como si fuera poco, la sala situacional del Miraflores militar se asegura de que ni un dólar sea asignado al sector universitario público para actualizar y nutrir los laboratorios, las bibliotecas, los sistemas y el mantenimiento de gran envergadura: electricidad, agua, cadenas frías, material radiactivo y planta física.
En sus ojos, profesora Córdova, los labios cosidos de nuestros valerosos estudiantes. Representantes de un conglomerado estudiantil nacional que no solamente reclama sus providencias (manutención, comedor, transporte y atención en salud) sino que requiere de un profesorado (alma y eje esencial de nuestro sistema educativo nacional) al que se le garantice vivir en condiciones óptimas y así proveer una sólida calidad y vigencia del conocimiento y las competencias que debe impartir al futuro inmediato de la nación.
Las tinieblas rodean el silencio de su despacho.Recuerde, entre otros rubros, que usted como nosotros ha sido beneficiaria de la aplicación, desde la cuarta república, de las normas de homologación, que es un derecho constitucional desde 1982, para asegurar el incremento salarial no sólo de los docentes, sino de todos los miembros nominales y contratados de cada comunidad universitaria y que se fundamenta en los índices inflacionarios de cada dos años. En sus manos está el honrar el conjunto de deudas acumuladas para mitigar el sufrimiento social de cientos de miles de venezolanos (estudiantes y personal de nómina) que integramos el sector universitario público.
También me permito recordarle que en los doce años del actual Gobierno se ha dispuesto de un presupuesto básico (sin incluir los créditos adicionales) superior al billón de bolívares fuertes. En ese lapso, las asignaciones fiscales a las universidades cayeron de 17% en el año 2000 a 4% en 2011.
De allí que, según nuestros expertos de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales, ajustar el presupuesto nacional a precios reales de exportación del barril petrolero, permitiría disponer razonadamente de 45 millardos de bolívares que, como hemos sugerido previamente, pudieran ser destinados a sectores sociales críticos, léase: nutrición, salud, educación y vivienda. Son fondos que pertenecen a todos los venezolanos. Somos todos los venezolanos el verdadero Estado. Es una obligación del Ejecutivo nacional su más transparente distribución y usted, ministra Córdova, es miembro de ese poder nacional. No lo olvide.
Una primera ilustración revela que el presupuesto real de la UCV, estructura financiera que incorpora la inflación acumulada de 126% en los últimos 3 años (ya hemos recordado anteriormente que la inflación no cesa con las 12 campanadas del 31 de diciembre de cada año), sólo ofrece un poder adquisitivo de 507 millones de bolívares fuertes de los 1,25 millardos que impunemente nos asignó el Ejecutivo para el año fiscal en curso. En estos últimos 3 años, hemos solicitado 6,7 millardos y el Gobierno sólo aprobó 3,3 millardos (50%) con un descenso en nuestro poder adquisitivo de 25%. Más aún, el gasto rígido (sueldos y salarios) alcanza para este año cerca de 88% del presupuesto asignado.
Como si fuera poco, la sala situacional del Miraflores militar se asegura de que ni un dólar sea asignado al sector universitario público para actualizar y nutrir los laboratorios, las bibliotecas, los sistemas y el mantenimiento de gran envergadura: electricidad, agua, cadenas frías, material radiactivo y planta física.
En sus ojos, profesora Córdova, los labios cosidos de nuestros valerosos estudiantes. Representantes de un conglomerado estudiantil nacional que no solamente reclama sus providencias (manutención, comedor, transporte y atención en salud) sino que requiere de un profesorado (alma y eje esencial de nuestro sistema educativo nacional) al que se le garantice vivir en condiciones óptimas y así proveer una sólida calidad y vigencia del conocimiento y las competencias que debe impartir al futuro inmediato de la nación.
Las tinieblas rodean el silencio de su despacho.Recuerde, entre otros rubros, que usted como nosotros ha sido beneficiaria de la aplicación, desde la cuarta república, de las normas de homologación, que es un derecho constitucional desde 1982, para asegurar el incremento salarial no sólo de los docentes, sino de todos los miembros nominales y contratados de cada comunidad universitaria y que se fundamenta en los índices inflacionarios de cada dos años. En sus manos está el honrar el conjunto de deudas acumuladas para mitigar el sufrimiento social de cientos de miles de venezolanos (estudiantes y personal de nómina) que integramos el sector universitario público.
También me permito recordarle que en los doce años del actual Gobierno se ha dispuesto de un presupuesto básico (sin incluir los créditos adicionales) superior al billón de bolívares fuertes. En ese lapso, las asignaciones fiscales a las universidades cayeron de 17% en el año 2000 a 4% en 2011.
De allí que, según nuestros expertos de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales, ajustar el presupuesto nacional a precios reales de exportación del barril petrolero, permitiría disponer razonadamente de 45 millardos de bolívares que, como hemos sugerido previamente, pudieran ser destinados a sectores sociales críticos, léase: nutrición, salud, educación y vivienda. Son fondos que pertenecen a todos los venezolanos. Somos todos los venezolanos el verdadero Estado. Es una obligación del Ejecutivo nacional su más transparente distribución y usted, ministra Córdova, es miembro de ese poder nacional. No lo olvide.
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