domingo, 29 de mayo de 2011

UCV: Una mirada hacia adentro

EL NACIONAL - Domingo 29 de Mayo de 2011 

  En pocos días la ilustre Universidad Central de Venezuela cumplirá 184 años de excepcional vida republicana, siendo escenario de los más diversos acontecimientos académicos, institucionales y políticos, que la colocan firmemente en el corazón de la civilidad venezolana. Es una vanguardia alcanzada con el noble compromiso del aporte sistemático destinado al desarrollo nacional, en un contexto soberano y con sólidas raíces autonómicas y democráticas. Nos enorgullece afirmar que la UCV ha estado presente y dispuesta a dar lo mejor de sí por el país, como ninguna otra institución pública del Estado Venezolano, a través de los procesos de investigación científica, humanística y tecnológica, de la formación de recursos humanos de pre y posgrados de la más alta calidad, de la docencia creativa que imparte, de los servicios de utilidad indiscutible que provee, y de una actividad de extensión que ha llevado el conocimiento actualizado a los más distantes espacios del territorio nacional. En el extraordinario trascurrir de la nueva era que vive la humanidad, y en estas primeras décadas del siglo XXI la UCV acelera su inserción entre las nuevas corrientes que se fundamentan en un infinito cúmulo de nuevos conocimientos, en la más profusa información y en los novedosos sistemas de gerencia, operación intramural así como en la ampliación de sus ofertas educativas gracias a las capacidades instaladas para impartir educación superior a distancia. En un exigente ejercicio de síntesis, es este el portafolio de iniciativas y productos iniciales, que consecuentes con el enunciado "Gestión, diálogo y autonomía", le otorga sello indiscutible al lapso rectoral presidido con tino por la rectora Cecilia García Arocha, quien en tres años ha conducido a la UCV a posiciones cimeras, en un país que lucha con tesón y dolor por detener el profundo y extenso sufrimiento social, recuperar su libertad y el indispensable estado de derecho para configurar sin pausa, los equipos de hombres y mujeres, que nos conduzcan al impostergable proceso de reconstrucción nacional.
Respaldados por la masiva voluntad popular de noviembre de 2007, los nuevos paradigmas que orientan el acontecer universitario confrontan con decisión la pretensión dictatorial y de absoluto control ideológico del ejecutivo militar. Esos paradigmas se fundamentan en un amplio proceso de rediseños curriculares con perfiles por competencia, en una sólida integración entre la responsabilidad social, los nuevos contenidos por asignaturas, la movilidad y flexibilidad Interfacultades, el manejo de las tecnologías de punta en cuanto a información y comunicación, la promoción de la investigación competitiva, el fortalecimiento de las nuevas generaciones de docentes e investigadores, la gestión del conocimiento, de los talentos y los repositorios como medios cibernéticos de visibilidad institucional, las relaciones de profesores y estudiantes con el mundo empresarial y el mercado de trabajo, la sistematización a fondo de los muy complejos procesos cuyo espectro es tan amplio que incluye la cultura, el deporte, así como el mantenimiento, y, por supuesto, la incorporación a las grandes redes universitarias del mundo entero. Hemos trabajado entre la renovación institucional y la barbarie, enfrentando inseguridad, asfixia económica, desmembramiento científico y en el intramuros la resistencia al cambio. No lo negamos. Lo afrontamos con toda voluntad. Unirnos, aislar "las Cosiatas" y respetarnos nos proveerá nuevas fuerzas y una mayor capacidad para seguir resistiendo.

domingo, 15 de mayo de 2011

Autonomía versus intervención

EL NACIONAL - Domingo 15 de Mayo de 2011

  Vive la universidad autónoma y democrática venezolana momentos de extrema gravedad. Su solvencia institucional, histórica, moral y decididamente plural afronta la agudización de las numerosas acciones destructivas que generan sin pausa las salas situacionales de la dictadura militar chavista.
Preveíamos, y así lo hemos expresado en esta columna, no sólo la asfixia presupuestaria de amplio espectro, sino la pertinaz difamación e injuria dirigida a minar los gobiernos universitarios democráticamente elegidos por abrumadoras mayorías, aunado al flanco intervencionista de dejar sin efecto y suspender los procesos electorales para la elección de nuevas autoridades rectorales y decanales.
El desmembramiento de los sectores científico tecnológico y cultural y la negativa de las divisas indispensables para los laboratorios, las bibliotecas, los sistemas y los críticos procesos de mantenimiento y desarrollo de las plantas físicas son componentes adicionales de la mayor perversión, que sin duda alguna han causado grandes estragos, cuando consideramos la calidad y la vigencia de los contenidos curriculares que debemos impartir.
Pero para los de mala fe, este variado portafolio no es suficiente. Es necesario debilitar, dividir y pulverizar los sectores docentes y estudiantiles, y el laboral, mientras se siembra la efímera esperanza de desarrollo y progreso popular y familiar con la estructuración y masificación de "centros universitarios" de talante "socialista", que sólo conducen a una significativa repitencia o deserción. Mientras no faltarán "las bombas y los platillos" para celebrar la graduación de más de 8.000 "médicos integrales comunitarios", los propios directivos del ministerio de la salud y de los principales hospitales universitarios del país ya conocen el descomunal engaño que ha perpetrado "la delegación cubana" en la formación de miles y miles de jóvenes venezolanos, cuyas deficiencias en conocimiento básico y clínico son notorias e irreversibles.
En medio del devastador caos social y económico que vive el país, con un incuestionable y progresivo sufrimiento social, nuestro sector de educación universitaria se ha visto sacudido en las últimas semanas por dos situaciones límites. Me refiero a la profundización al máximo del empobrecimiento del docente universitario y de los diversos componentes del sector laboral, al ser "expropiados" los fondos que deberían honrar las deudas acumuladas por concepto de normas de homologación, prestaciones sociales y pasivos laborales, mientras la delincuencia se multiplica impunemente en el seno de nuestros recintos y genera estupor, indignación, desesperación y muerte.
En mi carácter de profesor y vicerrector académico de la UCV, exhorto a todos los sectores democráticos a unirnos sólidamente. La inseguridad en nuestros salones de clases es la señal de alarma de mayor impacto, que llama al esfuerzo conjunto, a que todos seamos guardianes de cada milímetro de raigambre universitaria. No pretendamos encontrar soluciones inmediatas y mágicas ante este azote que ha cobrado la vida a más de 150.000 venezolanos en estos fatídicos años. Debemos converger las autoridades rectorales y decanales, los docentes y estudiantes, los profesionales, los empleados y trabajadores, para poner en práctica y sostener las medidas más eficientes, que protejan nuestras vidas y nuestras instituciones. No nos enfrentemos unos contra los otros. No busquemos culpables entre nosotros mismos. En ese camino, todos perdemos y sólo obtienen dividendos el delincuente y sus patrocinantes.

domingo, 1 de mayo de 2011

El verdadero bicentenario

EL NACIONAL - Domingo 01 de Mayo de 2011

 Con el espíritu pleno de civilidad, autonomía y libertad, la Universidad Central de Venezuela prosigue la celebración del bicentenario de la gesta emancipadora que generó la Venezuela soberana y republicana. Fresco en nuestra memoria permanece el sobrio acto de instalación del bicentenario ucevista, acaecido el 19 de Abril de 2010, en nuestra Aula Magna desbordada de entusiasmo, de sobriedad y profundo respeto, fortalecido por la palabra esclarecida del historiador Germán Carrera Damas y el invariable liderazgo institucional de la rectora García Arocha Márquez ante el fallido intento de saboteo de un famélico grupo de afectos al régimen militar.
Desde entonces, el ciberespacio ha servido de morada para que en el portal de nuestra universidad (ucv.ve) miles de visitantes puedan conocer con detalles, y disfrutar, los apasionantes momentos e históricos personajes que desde el corazón de la sociedad civil labraron la Declaración de la Independencia y un año más tarde, el 5 de Julio de 1811, la firma del Acta de Independencia de la nueva República de Venezuela.
También se provee de la lectura de un pasado que clama por nuevas interpretaciones que permitan al país salir de las tradicionales y agotadas visiones militares y que lo coloquen en donde se evidencia su verdadero origen, que no es otro que el de las luchas y los esfuerzos de la sociedad civil y, particularmente, la de los jóvenes estudiantes universitarios de la Real y Pontificia Universidad de Caracas.
Conforme a la programación aprobada por nuestro Consejo Universitario, desde hace pocos días, la Universidad Central de Venezuela ofrece a todo el país, en la plaza cubierta del Complejo Cultural Carlos Raúl Villanueva, la sinopsis biográfica de los 21 ucevistas que estamparon su firma en el acta emancipadora. En las palabras de apertura del cronista e historiador profesor Ildefonso Leal destaca, entre este grupo de magníficos universitarios, el abogado Juan Germán Roscio, distinguido por don Andrés Bello como el "padre, maestro y defensor de la naciente libertad".
La acción civilista de honda raíz universitaria fue pródiga en aportes estructurales para los primeros pasos republicanos: la primera Constitución y códigos, la organización de tribunales, los basamentos económicos, los primeros periódicos y las imprescindibles misiones diplomáticas, evidencias irrefutables del quehacer ideológico como manifestación precursora del compromiso de defender con las armas y la vida la libertad y la soberanía nacional.
Dos siglos han transcurrido. Numerosas y valiosas han sido las contribuciones de la sociedad civil y de la universidad venezolana para construir y desarrollar una patria libre y próspera. A pesar de tantas y graves tragedias inducidas por la ambición castrense y por grupos civiles movidos por el usufructo y el ilícito sostenido, los universitarios de 1936 y 1958 cristalizaron extraordinarias iniciativas que indujeron épocas de progreso y sólida presencia universal.
Hoy, la universidad democrática es más autónoma que nunca. Sus comunidades hemos afrontado los nuevos formatos de allanamiento e intentos de intervención. La voluntad y las firmas de los 21 ucevistas en aquella Venezuela colonial y casi vacía abrieron el camino. Integrarnos es imprescindible para ofrecer la mejor garantía a la nueva república civil.