domingo, 31 de marzo de 2013

Vencer y emprender


Con contagiante entusiasmo, la Venezuela democrática se ha levantado con renovados bríos para vencer en las elecciones presidenciales del 14 de abril. Ciudades, pueblos y modestas zonas rurales se agolpan en multitudes esperanzadas y con el grito unitario que ha catapultado la candidatura de Henrique Capriles Radonski hacia la indiscutible victoria comicial, lo que permitirá emprender la construcción de un país soberano, actualizado, celoso vigilante del Estado de Derecho y del bienestar de sus habitantes. 

Recibiremos un país en ruinas y a la deriva, sin fronteras ni soberanía nacional ni geopolítica, desmantelado en sus estructuras básicas de producción y desarrollo, endeudado descomunalmente, desabastecido en rubros críticos, con altos índices de pobreza, masiva inseguridad, desnutrición, hogares y familias destruidas, universidades que no lo son, millares de egresados sin la debida preparación, enfermedades altamente letales como el VIH, la malaria y la tuberculosis, entre otras, así como plagado de convenios y acuerdos con países donde reina la delincuencia, la represión y el amplio rango de negocios ilícitos. Podemos afirmar que todos estos acuerdos son lesivos a los intereses de la nación. Son quince años desvirtuando nuestros fundamentos morales. Años perdidos en momentos en que la humanidad se debate entre la inclusión y una extensa exclusión. 

Este somero inventario es la verdadera herencia del ex presidente Hugo Chávez Frías. A pesar de no contarse con datos precisos debido a la estrategia oficial de esconder o adulterar resultados, o de culpar incesantemente a instituciones y personas no oficialistas de los desastres que han inducido, las investigaciones nacionales e internacionales y lo que se encontrará, una vez que se disponga de documentos, permitirá calificarlo como el gobierno más corrupto, destructivo, represivo y entreguista de toda nuestra historia republicana. 

Es imprescindible tener en nuestra conciencia que el 14 de abril enfrentaremos no sólo a esta dañina corporación local, sino a corporaciones ilícitas en China, Rusia, Irán, Cuba, Argentina, en fin, a anillos poderosos que impunemente han intervenido e intervienen en nuestro destino con la pretensión de atornillar al grupo que les ha facilitado disponer de nuestros recursos y riquezas. Su misión es impedir el triunfo de la Venezuela democrática. 

Por eso, hemos de votar masivamente, desde muy temprano para asegurar la instalación de las mesas, y luego hacer guardia durante toda la jornada. Tengamos muy clara la ubicación de los centros electorales más remotos. Confiamos en que los estudiantes de todo el país y el sector juvenil sigan dispuestos a ayudar a nuestro comando Simón Bolívar en el cuidado y la denuncia específica. 

Escribo este artículo poco antes del inicio de la Semana Santa. Acudamos a la resistencia civil para neutralizar la represión y el grotesco ventajismo, promovido por todas las instancias del gobierno de facto que preside el candidato oficialista. La difamación y las acusaciones se multiplicaran. Mientras más unidos y activos seamos, la intimidación y aun el peligro perderán impacto. Tengamos fe y votemos multitudinariamente. No olvidemos: testigos en mesa todo el tiempo, alerta ante el entramado electrónico, así como actas resguardadas, y completar todas las auditorías. Como bien dice nuestro candidato, cada grupo familiar es un comando. Seremos los emprendedores de la nueva Venezuela. 

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