Podemos afirmar que las elecciones presidenciales convocadas para el 14 de
abril son los más cruciales y decisivas en los últimos cincuenta años. Los
venezolanos democráticos, que somos la mayoría, hemos de afrontar con coraje e
inteligencia el fraude, la represión, el ventajismo, la difamación, en fin,
hasta a un sector militar, minoritario ante el institucional, que tiene como
objetivo expandir los designios destructivos y empobrecedores que ejecuta impunemente desde
hace ya quince años la corporación oficialista.
Uno de los frentes de resistencia con más responsabilidad para fortalecer la
opción de triunfo de la unidad democrática nacional es el sector universitario,
que lideran las universidades públicas autónomas, en conjunto con las numerosas
universidades nacionales experimentales y las privadas.
Si sumamos el número de docentes, estudiantes, profesionales, empleados y
trabajadores que integramos cada universidad, es indudable que constituimos una
fuerza civil de la mayor significación. Somos cerca de 750.000 personas y más
de medio millón de familias que, convencidos de la necesidad de recuperar
niveles de calidad de vida, debemos comprometernos con una participación masiva
y muy activa en todas las regiones del país.
El objetivo es llenar cada centro y sus mesas con entusiastas estudiantes y con
el resto de los que integran el sector universitario, desde muy temprano en la
mañana, sin abandonar el espacio hasta el fin de la jornada, y así asegurar las
actas y las auditorías, e igualmente denunciar de inmediato, y en el sitio, las
situaciones de violencia, retardo e intimidación que generan los círculos
armados del oficialismo, el tramposo mecanismo de las captahuellas y la acción
ilegal, puertas adentro, por parte de los integrantes del Plan República. Se
trata, en resumen, de que el sector universitario democrático esté listo para
una guardia electoral imprescindible.
En sinergia y coordinación absoluta con el comando Simón Bolívar y las
estructuras de nuestros partidos políticos y organizaciones no gubernamentales,
la participación universitaria masiva y descentralizada promoverá más
entusiasmo y confianza para que todos los electores democráticos acudan a votar
con férrea determinación por la defensa irrenunciable de nuestra Venezuela
libre. Hemos de cuidar y proteger voto a voto.
Contamos con un excelente candidato, Henrique Capriles Radonski, quien con toda
honorabilidad, humildad y coraje aceptó nuevamente jugarse la vida y guiarnos
al triunfo, enfatizando claramente que es una lucha de todos y que confía en
que nuestra participación proyecte que pasadas las horas del mediodía ya estén
depositados los primeros 6,5 millones de votantes democráticos que por él
sufragamos el 7 de octubre de 2012.
Abogado, diputado, alcalde y gobernador reelegido, a los 40 años de edad,
Capriles exhibe ideas, logros sólidos y concretos y una planificación realista
para iniciar sin dilación y con múltiples equipos de hombres y mujeres
venezolanos la reconstrucción nacional, el rescate de nuestra soberanía y la
restauración del Estado de Derecho.
Finalmente, un mensaje especial y solidario a los estudiantes universitarios
democráticos de todo el país. Vuestro presente y futuro depende hoy más que
nunca de ustedes. El éxito de la jornada electoral del 14 de abril está
consustanciado con una nueva demostración de resistencia juvenil. Ustedes son
cientos de miles de venezolanos que aman esta tierra noble. Actívense,
resistan, y, con ustedes, que Venezuela encuentre un mejor destino.
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