EL
NACIONAL - Domingo 12 de Junio de 2011
Entre el
30 de junio y el 1º de julio, en un referéndum democrático, la Universidad
Central de Venezuela consultará a toda su comunidad sobre la instalación de las
nuevas puertas de acceso de la Ciudad Universitaria de Caracas (Patrimonio
Mundial de la Humanidad), que forman parte del proyecto del maestro y eximio
arquitecto Carlos Raúl Villanueva. La invitación que realiza el Consejo Universitario y su rectora presidenta,
profesora Cecilia García Arocha, incluye a cerca de 100.000 personas:
profesores, estudiantes, profesionales, empleados y trabajadores
universitarios, que laboramos en Caracas, Maracay, Barquisimeto, Barcelona,
Porlamar, Ciudad Bolívar y Puerto Ayacucho. Desde el inicio de nuestra gestión, en junio de 2008, una de las principales preocupaciones
ha sido la seguridad personal de cada ucevista y la integridad de nuestras
sedes y sus inventarios. El caso de la Ciudad Universitaria de Caracas es
particularmente grave, porque, como capital de Venezuela, es la ciudad
proporcionalmente más violenta e inhóspita de toda América Latina. La combinación letal de la represión y la delincuencia subyace como causa
principal de la inseguridad que abate no sólo a los centros universitarios del
país, sino que ha sembrado el luto en más de 150.000 hogares. Se trata, ni más
ni menos, de sobrevivir en medio de la pobreza masiva, el desempleo, la
pertinaz inflación, la delincuencia organizada transnacional y la muerte.
Invertimos con decisión en la construcción de estas nuevas puertas y
planificamos su diaria operatividad.
Enfrentamos arriesgando nuestras propias vidas los actos delictivos y barbáricos de grupos oficialistas que impidieron su instalación en los dos años precedentes. Identificamos áreas de alta peligrosidad, como los grupos de ventas de ilícitos y el narconegocio que operan en las adyacencias de la plaza de Las Tres Gracias, infiltrados entre personas que viven de la economía informal, así como la insostenible situación creada por el submundo que rodea el perímetro del Hospital Clínico Universitario, cuyo control, por apropiación institucional ilegal, está en manos del Ministerio de la Salud. Como si fuera poco, la "Defensoría del Pueblo" y la Sala Constitucional del TSJ han dictaminado en forma absurda, sin respaldo legal alguno, que la UCV no puede colocar sus nuevas puertas. Hace pocas semanas, nuestro estudiante de Administración y Contaduría Pedro Pablo Trejo Camacho fue vilmente asesinado. Desde el infinito, Pedro Pablo nos ilumina en la búsqueda de soluciones perentorias. Así ha sido: iniciamos un proceso de cohabitación con el Ejecutivo y, por segunda vez, con el Ministerio de Interior y Justicia. El propio ministro El Aissami manifestó su absoluto desacuerdo con el dictamen de la Sala Constitucional y nos propuso respaldar el recurso de nulidad de tan descabellada medida con la convocatoria de un referéndum consultivo. Es una excepcional ocasión para todos los ucevistas democráticos y de buena voluntad de colaborar en la derrota de la inseguridad y así salvar la vida. Votemos masivamente. Ayudemos a proteger con nuestra presencia activa el referéndum por las "puertas de la paz". Con el indudable resultado aprobatorio que obtendremos, se fortalecerá el recurso de nulidad que inmediatamente después de la consulta someteremos ante el TSJ. Que nuestra opinión sirva de expresión firme y contundente de unidad de la sociedad civil universitaria y de que Venezuela y su UCV marchan con paso seguro hacia la libertad y el progreso.
Enfrentamos arriesgando nuestras propias vidas los actos delictivos y barbáricos de grupos oficialistas que impidieron su instalación en los dos años precedentes. Identificamos áreas de alta peligrosidad, como los grupos de ventas de ilícitos y el narconegocio que operan en las adyacencias de la plaza de Las Tres Gracias, infiltrados entre personas que viven de la economía informal, así como la insostenible situación creada por el submundo que rodea el perímetro del Hospital Clínico Universitario, cuyo control, por apropiación institucional ilegal, está en manos del Ministerio de la Salud. Como si fuera poco, la "Defensoría del Pueblo" y la Sala Constitucional del TSJ han dictaminado en forma absurda, sin respaldo legal alguno, que la UCV no puede colocar sus nuevas puertas. Hace pocas semanas, nuestro estudiante de Administración y Contaduría Pedro Pablo Trejo Camacho fue vilmente asesinado. Desde el infinito, Pedro Pablo nos ilumina en la búsqueda de soluciones perentorias. Así ha sido: iniciamos un proceso de cohabitación con el Ejecutivo y, por segunda vez, con el Ministerio de Interior y Justicia. El propio ministro El Aissami manifestó su absoluto desacuerdo con el dictamen de la Sala Constitucional y nos propuso respaldar el recurso de nulidad de tan descabellada medida con la convocatoria de un referéndum consultivo. Es una excepcional ocasión para todos los ucevistas democráticos y de buena voluntad de colaborar en la derrota de la inseguridad y así salvar la vida. Votemos masivamente. Ayudemos a proteger con nuestra presencia activa el referéndum por las "puertas de la paz". Con el indudable resultado aprobatorio que obtendremos, se fortalecerá el recurso de nulidad que inmediatamente después de la consulta someteremos ante el TSJ. Que nuestra opinión sirva de expresión firme y contundente de unidad de la sociedad civil universitaria y de que Venezuela y su UCV marchan con paso seguro hacia la libertad y el progreso.
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