domingo, 12 de mayo de 2013

Golpe antiuniversitario

Uno de los sectores más devastados por la dictadura de Chávez y sus testaferros es el fundamental sector de la educación. Desde primaria a la educación superior, la práctica del fraude y del engaño ha sido integral y sistemática. La estrategia sembrada en 15 años de tiranía conlleva la combinación letal de empobrecer aún más a la mayoría pobre y a una significativa parte de los estratos de la clase media y conducirlas a la "mediocridad y al analfabetismo", y alejar aceleradamente al estudiante y al docente de su imprescindible derecho de adquirir competencias y así interactuar con la sociedad del conocimiento de las primeras décadas del siglo XXI, establecer relaciones con el entorno social y con el sector productivo y el desarrollo de la potencialidad de generar nuevo conocimiento. 

De allí que hemos de abordar la agudización de la ofensiva golpista que desató el oficialismo en contra de la universidad pública autónoma particularmente desde el año 2008. La misión innoble y antinacional no ha sido otra que intentar destruir nuestras casas de altos estudios. Nuestra historia y sólida credibilidad en el seno de la sociedad civil y la invariable defensa de su autonomía no se los ha permitido. 

El protocolo bélico ha incluido la violencia, intentos de homicidios, estudiantes y docentes heridos, difamación y matrices plagadas de supuestos actos de corrupción, destrucción del patrimonio físico y artístico aunado a los dos elementos que hoy subyacen al actual conflicto universitario nacional, que son la guillotina presupuestaria con la consecuente obsoletización integral de las herramientas que garantizan la calidad académica y los miserables sueldos y salarios destinados a generar la ruina social y económica de nuestros docentes, del personal profesional, administrativo y obrero, así como del casi inexistente grupo de providencias para nuestros estudiantes. 

La lucha de los gremios es valerosa y a la vez de alto riesgo. Los estudiantes y sus organizaciones han sido activos y solidarios. Las autoridades rectorales y decanales de más de una decena de universidades autónomas han mantenido el liderazgo y balance necesario para no naufragar, y constituir en estos años el epicentro de la resistencia de la sociedad civil ante la usurpación e ilegitimidad oficialista. El "fraudulento fiasco del Estado docente socialista" se ha quedado en el tintero.
No obstante, el golpe antiuniversitario se ha acrecentado y, como la inmensa mayoría del pueblo venezolano, la quincena no llega al "cuarto día". Hambre, indignación, inflación galopante, desabastecimiento, insuficiente previsión social, inseguridad y luto, en fin, han conducido a las comunidades universitarias a la casi paralización de actividades, que al momento de escribir estas líneas ya han sido decretadas por Fapuv para el jueves 23 del mes en curso.

Sin embargo, la lucha y resistencia civil ante la tiranía persiste con renovada fuerza. Ganamos las elecciones presidenciales del 14 de abril y, ante la ejecución ilícita de la supuesta victoria, con firmeza hemos impugnado todo el proceso que ha colocado en la primera magistratura del país a un presidente ilegítimo. 

Creemos en una universidad abierta, ocupada a plenitud en sus instalaciones y calles por universitarios en pie de lucha y en sinergia con la resistencia contundente y firme que vienen concretando la sociedad civil, el Comando Simón Bolívar y la Mesa de la Unidad Democrática. Los gobiernos y comunidades internacionales son un respaldo progresivo y de enorme valor. La hora y el momento histórico claman por las más convenientes decisiones. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario