domingo, 1 de abril de 2012

UCV: victoria y progreso

A mediados de 2009, en una entrevista con mi compañera de estas páginas Milagros Socorro, afirmé que la UCV "es hoy más autónoma que nunca".

En una reacción al unísono de las autoridades rectorales, el Consejo Universitario, la Asociación de Profesores y el valiente rechazo de nuestros estudiantes, el reciente intento de subversión del orden institucional, perpetrado por el sindicalismo troglodita y la minúscula falange armada del chavismo estudiantil conocida en los predios violentos como M28, fue repelido y derrotado. Ante el uso criminal de las bombas lacrimógenas altamente tóxicas y otros explosivos, la UCV reiteró su militancia de paz y de indomable autonomía.

En una nueva manifestación de incuestionable solidaridad, el editorial de El Nacional del 28-03, ofreció una muy oportuna sinopsis titulada: "Guerra contra la UCV". Una guerra que se ve magnificada y agravada por la intensificación en nuestras sedes de la endemia nacional generada por la delincuencia organizada y el consumo de alcohol y de estupefacientes.

Sin embargo, y aunque expongamos la propia vida a cada instante, la UCV y sus crecientes sectores de innovación y progreso, sectores que van dejando atrás los reductos obsoletos, proseguimos consolidando propuestas y productos iniciales que han de aportar bases de sustentación a la UCV que se adentra invariablemente no sólo en la participación en los procesos de reconstrucción nacional que darán comienzo el 10 de enero de 2013, luego de la victoria democrática de Henrique Capriles Radonski el 07 de octubre, sino en la definición y operatividad de los nuevos caminos de la academia universitaria venezolana del siglo XXI.

Dos recientes eventos son ilustraciones de primer orden, que nos permiten fortalecer estas afirmaciones. La reunión en la UCV de 35 vicerrectores académicos (núcleo de VRAC), expresión plural y diversa de universidades autónomas y privadas, que en estos últimos años han concretado consensos y documentos que facilitan la toma de decisiones sobre la nueva academia universitaria venezolana, y una fructífera reunión y discusión entre nuestro Vicerrectorado Académico y un nutrido grupo de representantes del cogobierno y centros de estudiantes de la UCV.

En ambos escenarios, los nuevos diseños curriculares son el tema central. En nuestra gestión este tema es motivo de amplia discusión, planificación y ejecución. Por supuesto, lo es también en otras universidades autónomas. La orientación doctrinaria es el currículo por perfiles de competencia.

No se trata solamente de cambios de contenidos, es integrar equilibradamente el saber con el hacer, el ser y el convivir.

En otras palabras, conocimientos actualizados usados de manera competente para fortalecer el aprendizaje y la incorporación del manejo de tecnologías de comunicación e información, y para investigar; asociados a una sólida adhesión a principios éticos que permitan la consolidación del individuo en una sociedad democrática. Es un compromiso consigo mismo y con el entorno social donde se desempeña.

Es la noble UCV, corazón de la resistencia democrática venezolana, la que abraza con entusiasmo la innovación, el emprendimiento, su progresiva presencia en el ciberespacio, y a la vez va haciendo posible conciliar los enormes retos de la sociedad del conocimiento de este arrollador siglo XXI y la magnificencia de su heroica y legendaria autonomía. 


EL NACIONAL - Domingo 01 de Abril de 2012

 

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