domingo, 26 de mayo de 2013

La UCV en emergencia


En el contexto del estado de sitio impuesto por el continuismo militar cívico, el sector universitario público que en forma determinante está representado por las universidades autónomas vive una fase aguda de colapso institucional. En el caso de la UCV, su Consejo Universitario ha declarado la "Emergencia académica, financiera, presupuestaria y operativa". Un decisión grave respaldada por la férrea voluntad de su comunidad democrática de continuar luchando y resistiendo la infame estrategia orientada a destruir la universidad venezolana plural, que caracterizó no sólo a la dictadura de la cúpula militar que presidió Chávez Frías, sino que sigue vigente en el gobierno ilegítimo de Maduro Moros. 

Nos declaramos en sesión permanente y participamos una vez más, en la multitudinaria marcha universitaria de este pasado miércoles 22, que con firmeza y sin violencia enfrentó las inexcusables barreras militares y policiales y a los grupos de violentos y difamadores, que con toda impunidad actúan en la antesala del despacho de educación universitaria. 
La formidable presión de la presencia de rectoras y rectores, docentes y aguerridos estudiantes, prevalecieron, y la reunión con el ministro cristalizó en un intercambio para establecer como elemento fundamental que nuestras exigencias provienen de derechos constitucionales. Mientras dure en su cargo, el profesor Calzadilla deberá discutir y acordar las condiciones financieras y presupuestarias óptimas que garanticen la excelencia académica, la viabilidad de los campus universitarios, los servicios que provean el bienestar de cada sector de la comunidad y las remuneraciones que reconozcan y estimulen la dedicación de nuestros docentes. 

Cumplimos con nuestro deber de solicitar a tiempo la cuota presupuestaria de los últimos cuatro años fiscales, aunado a la planificación estratégica, el abordaje por gerencias y la inversión de todo fondo disponible para sembrar la primera etapa y obtener los primeros resultados de la innovación académica más sólida y prospectiva de los últimos cuarenta años, lo que permitirá afirmar la promisoria inserción de la UCV en las diversas corrientes de la sociedad del conocimiento del siglo XXI. 

Sin embargo, una inflación acumulada de más de 1.500%, la confiscación de las divisas, la devaluación de la moneda en 500%, el desabastecimiento generalizado, la represión y el luto familiar indetenible se unen a la corrupción masiva y el saqueo insaciable de las arcas públicas, lo que ha generado no sólo el sufrimiento insostenible de la inmensa mayoría de los venezolanos, sino un impacto devastador sobre la sobrevida de los docentes y estudiantes así como de los recursos humanos (profesionales en labores administrativas, empleados y trabajadores) que respaldan la función creadora y el mantenimiento y preservación de las universidades del país. 

La sociedad civil ha enfrentado con solidez el fraude electoral del 14 de abril, con la demanda por una auditoría integral y ha sometido las impugnaciones respectivas ante el TSJ. Ahora ante la Fiscalía nuevas y extensas evidencias de la corrupción del gobierno chavista y de la entrega sistemática de la soberanía nacional. Un par de días atrás la presidenta del Banco Central alertó al país sobre la apropiación ilícita de 22 billones de dólares en empresas fantasmas. El alerta a la familia universitaria nacional: defender sin descanso el presente y futuro de la universidad plural y siempre autónoma. 

domingo, 12 de mayo de 2013

Golpe antiuniversitario

Uno de los sectores más devastados por la dictadura de Chávez y sus testaferros es el fundamental sector de la educación. Desde primaria a la educación superior, la práctica del fraude y del engaño ha sido integral y sistemática. La estrategia sembrada en 15 años de tiranía conlleva la combinación letal de empobrecer aún más a la mayoría pobre y a una significativa parte de los estratos de la clase media y conducirlas a la "mediocridad y al analfabetismo", y alejar aceleradamente al estudiante y al docente de su imprescindible derecho de adquirir competencias y así interactuar con la sociedad del conocimiento de las primeras décadas del siglo XXI, establecer relaciones con el entorno social y con el sector productivo y el desarrollo de la potencialidad de generar nuevo conocimiento. 

De allí que hemos de abordar la agudización de la ofensiva golpista que desató el oficialismo en contra de la universidad pública autónoma particularmente desde el año 2008. La misión innoble y antinacional no ha sido otra que intentar destruir nuestras casas de altos estudios. Nuestra historia y sólida credibilidad en el seno de la sociedad civil y la invariable defensa de su autonomía no se los ha permitido. 

El protocolo bélico ha incluido la violencia, intentos de homicidios, estudiantes y docentes heridos, difamación y matrices plagadas de supuestos actos de corrupción, destrucción del patrimonio físico y artístico aunado a los dos elementos que hoy subyacen al actual conflicto universitario nacional, que son la guillotina presupuestaria con la consecuente obsoletización integral de las herramientas que garantizan la calidad académica y los miserables sueldos y salarios destinados a generar la ruina social y económica de nuestros docentes, del personal profesional, administrativo y obrero, así como del casi inexistente grupo de providencias para nuestros estudiantes. 

La lucha de los gremios es valerosa y a la vez de alto riesgo. Los estudiantes y sus organizaciones han sido activos y solidarios. Las autoridades rectorales y decanales de más de una decena de universidades autónomas han mantenido el liderazgo y balance necesario para no naufragar, y constituir en estos años el epicentro de la resistencia de la sociedad civil ante la usurpación e ilegitimidad oficialista. El "fraudulento fiasco del Estado docente socialista" se ha quedado en el tintero.
No obstante, el golpe antiuniversitario se ha acrecentado y, como la inmensa mayoría del pueblo venezolano, la quincena no llega al "cuarto día". Hambre, indignación, inflación galopante, desabastecimiento, insuficiente previsión social, inseguridad y luto, en fin, han conducido a las comunidades universitarias a la casi paralización de actividades, que al momento de escribir estas líneas ya han sido decretadas por Fapuv para el jueves 23 del mes en curso.

Sin embargo, la lucha y resistencia civil ante la tiranía persiste con renovada fuerza. Ganamos las elecciones presidenciales del 14 de abril y, ante la ejecución ilícita de la supuesta victoria, con firmeza hemos impugnado todo el proceso que ha colocado en la primera magistratura del país a un presidente ilegítimo. 

Creemos en una universidad abierta, ocupada a plenitud en sus instalaciones y calles por universitarios en pie de lucha y en sinergia con la resistencia contundente y firme que vienen concretando la sociedad civil, el Comando Simón Bolívar y la Mesa de la Unidad Democrática. Los gobiernos y comunidades internacionales son un respaldo progresivo y de enorme valor. La hora y el momento histórico claman por las más convenientes decisiones.