domingo, 17 de febrero de 2013

Resplandece la Biblioteca Central


En medio de tanta gravedad nacional, resulta grato compartir con nuestros lectores el magnífico proceso de innovar uno de los tesoros más preciados del maestro arquitecto Carlos Raúl Villanueva: el majestuoso y legendario espacio de la Biblioteca Central de la Universidad Central de Venezuela. 

Dos obras monumentales le suman grandiosidad y éxtasis artístico: el vitral de pasta de vidrio del francés Fernand Léger y el mural del venezolano Carlos González Bogen (ambos de 1954). Su hall principal ha sido testigo en más de medio siglo de extraordinarias expresiones de las artes, la historia, la diversidad cultural y de la riqueza de sus colecciones y otras joyas bibliográficas. 

Un equipo multidisciplinario del vicerrectorado académico, actuando como orfebres con notable esmero junto con un grupo de expertos contratados, han alcanzado la restauración integral de sus cuatro salas de lectura. Se agrega discretamente por detrás de las maderas renovadas de sus paredes, el cableado que permite ahora navegar sin límites en el ciberespacio y así gestionar información y conocimiento. Hay una estación en cada sala con monitores y uno a disposición del estudiante con discapacidad. 

Compiten por la atención del usuario, los libros en "estantería abierta" y aún más, al caminar unos pasos y atravesar una de las puertas de la sala para entrar en el balcón podrá ver desde los espacios abiertos esa notable parte de la ciudad universitaria, en particular las faldas y el verdor de nuestro cerro Ávila. 

Las nuevas áreas sistematizadas de información y registro, la Biblioteca Virtual de la Universidad Central de Venezuela (con acceso libre al ilimitado mundo del espacio cibernético), y de la sala actualizada para los invidentes, donde cada usuario que acude a la biblioteca central va aprendiendo los nuevos paradigmas de la gestión de información, conocimiento y talento, ofrecen el preámbulo a otra valiosa innovación: la Sala de Usos Múltiples integrada por la nueva sala de navegación, la sala del Centro de Estudios Musicales, el Centro de Geocartografía y la videoteca Margot Benacerraf II (la primera está ubicada en la Escuela de Artes), que ofrece un siglo de cine gracias a la generosidad de Margot. 

Hemos ido completando la transición hacia los muy actuales conceptos del procesamiento de la información y el conocimiento. No hay barreras. 

Contamos ahora en la Universidad Central de Venezuela con un catálogo colectivo que se nutre del acervo hasta el momento de 50 de nuestras 80 unidades de información (antiguas bibliotecas), lo que representa más de 500.000 piezas de conocimiento, así como con el repositorio Saber UCV de vertiginoso crecimiento y el explorador Navigo, que permite a nuestros talentos que investigan y enseñan en la UCV adentrarse con mayor definición en la gestión del conocimiento y en los proyectos de investigación, las publicaciones, las tesis de pre y posgrados, a más de interacciones mundiales con laboratorios y con centros de investigación en temas específicos. 

La biblioteca central innovada aporta una mayor dimensión a nuestra autonomía como universidad y como sociedad civil. Invitamos a conocer los episodios de este logro en el enlace: http:// www.youtube.com/watch?v=1talQJ7gWIM. La Universidad Central de Venezuela innovada y plural está en esas imágenes y su férrea voluntad democrática guiará el camino de libertad y futuro. 

domingo, 3 de febrero de 2013

El tsunami de Santiago


Hace pocos días, en Santiago de Chile, el evento de la nueva entelequia latinoamericana denominada  Celac indujo un tsunami existencial de enormes proporciones. No se trata de que el clon tardío de Judas Iscariote resultase elegido presidente de la recién instalada "corporación de corporaciones" ni aun que los "gobernantes bananeros" exhibieran lágrimas ante el otro presidente, el enfermo clandestino que reside en La Habana. 

La trágica y cruda realidad que semeja a un tsunami es la "legitimación" que los líderes de la Unión Europea ofrecieron al grupo de gobiernos, actuales propietarios del "supermercado" de nuestra región, a cambio de contratos y convenios jugosos y duraderos. 

Poco les importó que el conjunto de países entre el Yucatán mexicano y la Patagonia argentina se distinga por la agudización del legendario desastre socioeconómico que está constituido por más de 600 millones de empobrecidos pobladores de estas ricas tierras. Tampoco por constituir "la zona más asesina del planeta" (Naím, 2013) en virtud de que se cometieron 42% de todos los asesinatos mundiales en el año 2011. Debe recordarse que sólo somos el 8% de toda la población mundial. 

Nuestro enlutado país lidera con creces y proporcionalidad el horrendo primer lugar. 21.900 homicidios en 2012; 43.000 entre el 11 y el 12; 190.000 en un poco más de una década. Ante la masacre de Uribana, el certero diagnóstico de la ONU acerca de la culpabilidad del actual formato anticonstitucional que ostenta el poder en Venezuela ha debido inducir al menos alguna reflexión en el liderazgo europeo. 

¿Significa esta angustiosa situación que todo está perdido? Por supuesto que no. La cruda realidad exige a la Venezuela democrática un nuevo impulso de unión y trabajo duro y sostenido. Nuestra lucha es hoy más solitaria que nunca. Nadie vendrá a ayudarnos. En cada país de Latinoamérica la situación es casi idéntica. Los que podemos, tenemos que ayudar a la inmensa mayoría de venezolanos que viven hoy el peor momento de su existencia. 

A no dudar, las corporaciones de ilícitos son hoy el centro del poder en toda la región. No descansan. Reprimen, delinquen, difaman, mienten, corrompen, sin que se salve de sus tentáculos sector alguno, sea civil o militar. 

El enfrentamiento entre nosotros, el oportunismo y la indiferencia son similarmente letales. Sin embargo, existen ilustraciones sólidas que apuntan a superar la desgracia actual, a la innovación y a victorias parciales. 

Debemos entender que se pueden consolidar resultados concretos en medio de condiciones desesperantes. Los tenemos en gobernaciones, alcaldías, empresas y en nuestras universidades democráticas, públicas o privadas. Las academias, las iglesias, los militares institucionales y nuestros comunicadores sociales que enfrentan con coraje la autocensura, consolidan la fuerza y la resistencia que canaliza el esfuerzo integral de los venezolanos honorables y de buena voluntad. 

Contamos con grupos de organizaciones no gubernamentales y observatorios que han cristalizado iniciativas extraordinarias. La denuncia específica y bien fundamentada es un arma poderosa. Varios expedientes se ventilan en las cortes internacionales. La imagen de nuestros parlamentarios enfrentando con mayor decisión la hostilidad y la violencia es promisoria. No desmayemos. Lo hemos enfatizado antes: resistir y prevalecer es la única opción.