domingo, 25 de noviembre de 2012

Trilogía por la libertad



Tres alternativas electorales críticas y decisivas se le presentan a la sociedad civil democrática de Venezuela en su resistencia a la profundización de la tiranía que ejerce el Gobierno. Me refiero a la trilogía constituida por los comicios para elegir nuevos gobernadores y alcaldes y a las elecciones en las universidades autónomas para escoger sus nuevas autoridades rectorales, decanales, estudiantiles y de representación profesoral, de egresados y del sector laboral.

23 gobernaciones, más de 300 alcaldías y la elección por el claustro de cada universidad autónoma de cerca de 50 autoridades rectorales, y más de una centena de decanas y decanos, así como de grupos de representantes profesorales, estudiantiles y de egresados que dependen de cada universidad y, por primera vez, elegir a representantes del sector laboral.

Reiteramos nuestra adhesión en el caso de las elecciones universitarias, a elaborar formatos de proporcionalidad para la participación laboral, definida por reglamentos propios y fundamentados en el respeto a la autonomía universitaria y a la invariable prevalencia del sector docente, todos con la misión de dirigir instituciones públicas de educación superior sólidas y plurales, insertadas en el siglo XXI, que profundicen la innovación y la gerencia para garantizar calidad en la generación de nuevos conocimientos y en el dueto enseñanza/aprendizaje para un conglomerado estudiantil de pre y posgrados que hoy cursan en un ambiente de libertad y democracia, conformado por más de 600.000 estudiantes.

La reafirmación de unidad nacional por nuestros diputados, las nuevas etapas innovadoras de la Mesa de la Unidad Democrática, el continuo desarrollo del extraordinario trabajo de las ONG, observatorios, asociaciones de padres, representantes y vecinos, aunados a la voluntad y los aportes del sector productivo en cada región, completarían una poderosa plataforma de resistencia democrática activa, presta para asumir la valiente acción de la denuncia específica, ante la barbarie y el estado de sitio impuesto por la corporación del mal, que ha tenido y tiene un solo objetivo: destruir a Venezuela, entregar su soberanía y someterla a sus designios dictatoriales e ilícitos.



La sociedad civil democrática venezolana es mayoría indiscutible. Lo somos desde las gloriosas marchas de 2002. En 2004 revocamos al actual régimen. En 2007 derrotamos y rechazamos el "mortífero invento socialista". La consolidación de la unidad nacional generó gobiernos regionales y parlamentarios y desde el 7 de octubre sabemos que al menos somos 6,5 millones de venezolanos.

Salvemos a nuestra Venezuela. No hay excusa o argumento posible para no participar. Que nadie se quede sin votar el 16 de diciembre. Cuidemos los votos y las actas. Así neutralizaremos al CNE mayoritariamente oficialista, al Plan República y a los círculos chavistas del terror. No subestimemos a la corporación del mal y sus continuas expresiones de represión y delincuencia, de corrupción y trampas, y de estrategias y sistemas acordados con otras corporaciones delictivas en el mundo, que por complicidad o sinergia de origen, "viven de Venezuela y sus recursos".

Una convocatoria final a las comunidades universitarias: nuestras universidades nacionales requieren una defensa activa, militante, diaria y sostenida. Rechacemos a los esquiroles y a los infiltrados. No es una responsabilidad de las autoridades rectorales solamente. Recordemos al rector Jesús María Bianco (1969): "La autonomía es a la universidad lo que la democracia es a la nación"
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