domingo, 24 de junio de 2012

Gestión prolongada y resistencia


 

El miércoles 20 de los corrientes completamos los cuatro años de funciones como autoridades rectorales elegidas por el claustro ucevista. La comisión electoral de la UCV, actuando con absoluta independencia, suspendió días atrás la realización del proceso electoral para elegir un nuevo equipo directivo de la institución. A pesar de que el Ejecutivo había montado la trampa, y estimuló los cantos de sirena del intramuro, para que incurriésemos en desacato del dictamen de la Sala Electoral y así facilitar la suspensión y destitución de las autoridades rectorales legítimas, las maniobras fracasaron estrepitosamente.

Por primera vez en medio siglo, la rectora, los vicerrectores (académico y administrativo) y el secretario hemos iniciado la etapa de "gestión prolongada". Más aún, los decanos de nuestra universidad ya han acumulado un año en un estatus similar. No somos los únicos. Todas las universidades autónomas y democráticas de la nación confrontan el desmembramiento de sus fueros electorales.

Es el chavismo decadente y agonizante, en pleno proceso de disolución, integrado por grupúsculos civiles en los que prevalecen los testaferros y conversos, que inútilmente pretendieron acabar con la voz plural y democrática más sólida de nuestra Venezuela: sus universidades públicas, referencias indiscutibles de libertad y Estado de Derecho.

A pesar de los incontables hechos de violencia, de los intentos de homicidio o de llevar a la ruina socioeconómica a los diferentes estratos de sus nóminas, las destrucciones patrimoniales, la asfixia presupuestaria, las campañas difamatorias e impedir a como diera lugar las masivas derrotas en nuestros procesos electorales, el sector universitario democrático ha resistido con gallardía y se prepara para las misiones críticas que desde ya le están asignadas en el complejo pero excepcional proceso de reconstruir el país en su totalidad.

No andamos anestesiados por el significativo avance en estos cuatro años y la vanguardia alcanzada por la UCV en los recientes rankings internacionales. Nos acompañan otras universidades hermanas públicas y privadas. Es la resultante de un noble y voluntarioso esfuerzo de nuestro profesorado y de los estudiantes que cursan el amplio portafolio de oportunidades que ofrece la UCV. Un esfuerzo reforzado por la mayoría de nuestra nómina de profesionales, técnicos, empleados y trabajadores universitarios. Hoy conocemos mejor nuestros aciertos y hemos identificado las fallas a corregir. Hoy sabemos que requerimos dejar atrás estructuras y abordajes obsoletos y a los juglares que inútilmente tratan de venderlos.

Es la hora de expandir y catapultar esta primera etapa de innovación, integración, gerencia, visibilidad, virtualización, y de aportar sin complejos los nuevos conocimientos generados en nuestros laboratorios al concierto universitario internacional.

Por supuesto, es obligación invariable la aplicación de procesos de evaluación sistemática, el respaldo entusiasta a todas nuestras sedes y la siembra inequívoca del impacto y compromiso social de nuestros egresados de pregrado y posgrado.

El horizonte democrático está cada día más cercano. Podemos visualizarlo con entusiasmo y convencimiento. La resistencia cobra mayor arraigo. Rechazaremos el irrespeto y la impunidad. Con esmero y dedicación cuidaremos nuestra victoria.

domingo, 10 de junio de 2012

Estrategias de autonomía y libertad


Sin haber concluido el inédito proceso de la Sala Constitucional del TSJ, de revisar y de dejar sin efecto no sólo las disposiciones punitivas (multas) del dictamen de los magistrados de la Sala Electoral que también pretendía ordenar la elaboración perentoria (10 días) de un nuevo reglamento (fundamentado en el artículo 34 de la Ley Orgánica de Educación) que se aplique a las elecciones decanales y rectorales de nuestra universidad, la Sala Electoral prosiguió con sus acciones desestabilizadoras del orden institucional de las universidades venezolanas autónomas y procedió a suspender, hace pocos días, la convocatoria a elecciones rectorales de la Universidad de los Andes.

Esta última decisión debe recordarnos a los sectores democráticos que hacemos vida en nuestra Alma Máter lo imprescindible de asumir, en un contexto muy unitario, por cierto, la inequívoca conclusión de que no existe voluntad alguna por parte del Ejecutivo chavista que lo aleje de su muy oscuro propósito de liquidar la libre determinación y el devenir autonómico de nuestras instituciones universitarias.

En junio 2008, el claustro universitario de la UCV eligió mayoritariamente a la profesora Cecilia García Arocha Márquez para presidir, en calidad de rectora, los destinos de la Universidad Central de Venezuela. Ha afrontado con absoluta dedicación y vocación ucevista el lapso más violento que haya vivido la UCV desde los años sesenta del siglo pasado.

Asfixia presupuestaria, atentados en contra de la institución, su comunidad y patrimonio, aunado a la difamación e injuria provenientes de los cenáculos oficialistas, no han impedido, sin embargo, acrecentar la autonomía universitaria y propiciar el indiscutible avance en la innovación de la academia, el notable avance en los nuevos diseños curriculares por perfiles de competencia, los proyectos de investigación competitiva, la instalación del sistema de evaluación de los posgrados y de la gerencia de información y conocimiento, así como la restauración y actualización de sectores de la planta física y del novedoso funcionamiento virtual.

El mayor logro de nuestra gestión es la altísima credibilidad institucional que en el seno de la sociedad civil ha alcanzado la UCV durante estos cuatro años.

La materia electoral y jurídica ha requerido de la búsqueda incesante de consultas y consensos en el intramuro, en el seno de la Asociación Venezolana de Rectores, observando un invariable respeto por las decisiones autónomas de nuestra comisión electoral, y, por supuesto, discusiones y decisiones sistemáticas, tanto en el equipo rectoral como en el Consejo Universitario.

Hoy, 10 de junio, la Venezuela de la esperanza y la libertad entra con su legendaria valentía en la fase decisiva, compleja y grave de cara a las elecciones presidenciales del 7 de octubre. La prioridad superior para todos los venezolanos de buena voluntad, y para nosotros los universitarios, es contribuir con esmero no sólo al triunfo del candidato demócrata Henrique Capriles Radonski, sino a fortalecer sus esfuerzos para reconstruir la nación.

Hemos de continuar afrontando con firmeza los nuevos brotes de violencia y delincuencia que sacuden nuestros recintos. Dejemos la apatía o la controversia inútil a un lado. Alertas ante la trampa del agónico régimen chavista. Defender la victoria democrática del 7 de octubre será aún más peligroso, pero determinante para, finalmente, alcanzar un mejor destino.

lunes, 4 de junio de 2012

El ejercicio del Estado de Derecho


En el marco de recibir el premio “Alma Mater 2012” de la Asociación de Egresados y Amigos de la UCV en un sobrio acto celebrado este jueves 24 en nuestra nueva Sala “Francisco de Miranda”, el ilustre investigador e historiador Simón Alberto Consalvi, enfatizó que “El pluralismo ha sido el  sello distintivo que la UCV ha mantenido a lo largo de su historia. Es algo que está en su espíritu, ser combativa. No hay gobierno que pueda cambiar eso”.
Esa fortaleza moral que marca nuestro caminar republicano, ha sido la fuente inagotable de resistencia y civilidad, que nos ha permitido enfrentar con toda firmeza, el conjunto de acciones de la falange chavista en contra no solo de la UCV sino de todo el grupo de universidades públicas de indiscutible talante democrático.
La pretensión de la Sala Electoral del TSJ de “difamar, ordenar y multar” a la significativa mayoría del Consejo Universitario de la UCV, por las decisiones soberanas que la institución asumió en cuanto a los procesos de elección de sus autoridades rectorales y decanales, no sólo recibió el masivo rechazo de las comunidades universitarias del país y de la sociedad civil sino que obligó a la Sala Constitucional a dejar sin efecto la médula de la conspiración gubernamental que no es otra que la destrucción académica y del cuerpo docente de nuestras universidades.
La reserva moral ucevista se fortalece con la consolidación progresiva en estos cuatro años de gestión, de una primera etapa de cambios e innovaciones en los paradigmas académicos.
Gracias a la pluralidad proveniente del excepcional esfuerzo de decenas de docentes de todas nuestras facultades y centros de investigación, aunado a la incorporación de los procesos de la “UCV virtual (campus y biblioteca virtual, gestión de información y conocimientos, el repositorio, el sistema de gestión de los posgrados, el centro de datos)”, en nuestras aulas, laboratorios, unidades de información (antiguas bibliotecas), progresivamente se va instalando el análisis y la discusión de los nuevos paradigmas de la academia universitaria del siglo XXI.
Diseños curriculares por perfiles de competencia, movilidad estudiantil, la internacionalización, en sinergia con la responsabilidad y pertinencia social de la acción estudiantil, fortalecida por una gestión de servicio comunitario que ofrece una plataforma para la expresión efectiva del legendario aporte ucevista al desarrollo social.
Por otra parte, en unión a  nuestras luchas por salarios justos, por un nuevo sistema de seguridad social, la cancelación perentoria de prestaciones y pasivos, por previsiones estudiantiles del mayor beneficio para el estudiante, ofrecemos hoy al binomio docente/estudiante, el aprendizaje del amplio espectro de las tecnologías de información y comunicación.
Una nueva ley de universidades en un ambiente nacional democrático y respetuoso de los derechos y libertades públicas, deberá enmarcarse en la calidad de nuestra oferta educativa de nivel superior y en los nuevos paradigmas académicos brevemente descritos. No existe en la UCV discriminación política o social. Todos los componentes de su comunidad participan en las múltiples tareas que conforman su diario acontecer. Reiteramos nuestra naturaleza universitaria donde lo académico es el corazón institucional.  El artículo 109 de la Constitución Nacional lo reafirma. Nuestra vida interna es y será producto de nuestras propias determinaciones.